La maduréz de un hijo, a veces es dura...

Posted by Deviant | Posted in , , , | Posted on 12:39

Yo toda mi vida he tenido perritos, no falta quien llegue y me regale uno porque saben que me gustan mucho, he tenido de todos tipos de perros en su mayoría de razas o cruzas de grandes a gigantes… Cuando mi novio llego a mi casa con Morgan mi reacción fue de alegría porque amo los perros, pero a la vez de preocupación pues nunca había tenido un perro tan chico, para mi un Pitbull era como un perro de bolsillo, no tengo nada en contra de los perros de raza chica pero prefiero los perros grandes, entre más grandes mejor.

Pasaron los meses y nuestro Pitbull empezó a crecer, fue muy marcado su crecimiento, casi como el de un adolescente, su cambio de cachorro que todo mordía e inquieto, paso a adolescente y se caracterizo por el enronquecimiento de su ladrido, dejo de jugar a morder todo lo que veía y se estiro tan de prisa que estaba muy flaco, era pura cabeza, después paso a perro adulto embarnecido, su ladrido fuerte y ronco lo reservo para ocasiones realmente necesarias y desarrollo un instinto sobre protector impresionante. En todo este tiempo yo solo en una ocasión he oído su ladrido de agresividad, todo el demás tiempo usa un ladrido de perro mimado que no puede con el………….

El 12 de diciembre de 2008, cumpleaños de mi cuñada Lucero, acudimos a la casa de mis suegros para la fiesta de cumpleaños, como llego mucha gente le pidieron a Humberto que amarrara a Morgan, mi pobre hijo duro toda la tarde y noche amarrado a un árbol, cuando la gente se empezó a retirar a sus casas y los demás se fueron a dormir, me acerque a mi perro, lo solté y nos pusimos a jugar, cuando en eso el Deymond un Alaskan Malamute cruzado mascota de mis suegros, salio de su casa y de la nada ataco a mi Morgan el solo lo empujo con las patas y le gruño, pero se volteo hacia mi para seguir jugando, pero el Deymond lo volvió a atacar, cuando yo vi que el Deymond no se relajada, me asuste y me puse en medio de los dos, pues estaba segura que Morgan jamás me atacaría, en eso el Deymond me mordió la mano derecha --me queda la marca de que mi Morgan no necesita que su mamá lo defienda-- inmediatamente después me di cuenta de la fuerza que tiene mi pequeño perrito de bolsillo Morgan, pues brinco sobre el Daymond en defensa de su madre, tengo la imagen muy clara en mi mente como si hubiera sido ayer.

Morgan mantuvo la calma hasta que yo fui atacada, fue por mi culpa que mi hermoso perro se vio en la necesidad de involucrarse en una pelea que no quería, mi estupida imprudencia, el que yo quisiera calmar al Deymond cuando él se encontraba tan estresado, si yo hubiera actuado de otra forma, si yo hubiera actuado de otra forma, son palabras que me retumban en la cabeza desde entonces..…. cada vez que veo al Deymond y veo las cicatrices que le quedaron de ese día, me arrodillo, lo sobo y le pido que me disculpe él no fue acostumbrado a jugar, nunca jugaron con él y creia que Morgan me estaba atacando y después de un día de tanto estrés para Deymond llego yo y en mi total ignorancia soy la gota que derramo el vaso…………cuando mi novio oyó los ladridos de los perros, salio de la casa y los sujeto de sus collares uno con una mano y el otro con la otra mano, el primero en entender que ya se había acabado fue Morgan, inmediatamente después volvió a ser el perro relajado y despreocupado de siempre, como si no hubiera pasado nada. Esa fue la primera y única ocasión en que yo he escuchado el verdadero ladrido de mi hijo y la única ocasión en que he visto su fuerza y agilidad y una vez más salio a relucir su nobleza, se que mientras yo no vuelva a estar en peligro él jamás volverá actuar así y también se que soy una imprudente, ignorante culpable de lo qué paso.

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