Una historia corta, pero llena de cariño...

Posted by Deviant | Posted in , , , | Posted on 12:12

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Tengo 7 perros, todos ellos rescatados. Hace un año que me embaracé, mi perrito consentido, el amor de mi vida, decidió ignorarme. Todos los 9 meses, pasó de dormirse al ladito de mi en la cama, a preferir dormirse en el suelo, o en cualquier otro lado.
Cuando nació mi bebé, recién llegamos del hospital con la bebé, dejé que todos la olieran, y fue un instante, casi imperceptible, en que todo cambió, mi gordo consentido volvió a ser el mismo , todos nos volvimos parte de la "manada" de nuevo. Ahora es el fiel guardián de la nena. Duerme a sus pies, le da besitos en la cabeza y en las manos, y siempre está al pendiente de que no la lastimen los demás perritos. Obvio se preguntan que tiene esto que ver con los perros "agresivos" , creo que es importante romper los mitos de todos los perros. Muchas personas me decían, en cuanto nazca tu bebé, tus perros se pondrán super celosos y serán agresivos con ella, los tendrás que regalar.
Obviamente no! Todos somos una familia, y la aceptaron como una más...claro, respetando que ella aún no puede jugar tan brusco como ellos...
Creo que todo bebé debería crecer con un perrito, les enseñan tanto y los equilibran de una manera impresionante...les juro que a mi bebé nunca le ha dado gripe, duerme toda la noche, siempre está de buen humor....y sé que en gran medida es porque convive con sus 7 hermanos peludos que le transmiten toda esa energía positiva...

Alejandra y sus perriventuras...

Posted by Deviant | Posted in , , , | Posted on 12:01

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La primera vez que conocí a un pitbull, fue a los nueve años uno de mis primos grandes llevó a casa de mi abuela -donde yo me crié- una cachorra de ésta raza, estaba metida en una caja de cartón la madre y un hermano de ella habían muerto durante el parto y se la querían dar a mi abuela, ella accedió yo creo que más por mi cara y mi actitud al verla, yo no sabía nada sobre perros y menos sobre uno así, era blanca con manchas cafés en el lomo y los ojos parecían dos almendras queriendo conocer todo a su paso, mi abuela me dijo que tendría que hacerme cargo de ella, que no era un juguete y que, debía limpiar su espacio, yo acepté muy formalmente y con el suficiente compromiso que una niña de nueve años puede tener, mi madre me había abandonado años atrás así que era yo muy solitaria y con pocas cosas que hacer, la llamé Renata pero cariñosamente le llamaba ''reni'' era una bola de carne con pelos y un hocico chato que comía croquetas y le gustaba dormir en la cama, se convirtió en mi mejor amiga.

Mi papá decidió comprarle un arnés, bozal, collar y correa así podíamos salir a pasear y eso a las dos nos gustaba, en el invierno yo corría en círculo en la sala de mi casa y gritaba: ''Auxilio, los perros, los perros me atacan'' yo me tiraba en el suelo y ella me jalaba la trenza, nunca me hizo daño y mucho menos sabía que a esa raza se le consideraba asesina de niños, por esos tiempos las amistades humanas no me favorecóan demasiado pero no las necesitaba por que en casa estaba esperando ''reni'' . Un domingo cuando la primavera comenzó, noté que me estaban saliendo unas ronchas muy extrañas en el cuerpo y en el cuerpo de ella, me llevaron al médico y con unas cremas se me quitaron, pero ella fue empeorando, hasta que un lunes mi abuela llamó a un tío para ir al veterinario, cometimos muchos errores por que ese tío llevaba a su perra con parvovirus y todos ibamos en el mismo auto.

A mi perra le diagnosticaron moquillo, yo no sabía que era eso, pero parecía ser algo grave le daba sus medicinas a la hora que le tocaban y, ella se quejaba muchísimo una tarde me encerré en la recámara de mi tía neurótica ahí me encerré con ella a llorar y a decirle que se aliviara, mi tío David que ahora tiene cáncer de pulmón se metió y me hablo en tono de regaño diciéndome que, mi perra no se iba a aliviar que por eso lloraba pues la infección se le había metido en el cerebro, días después la llevamos al médico y la acostó sobre la mesa, dijo que si en una semana no se reponía habría que sacrificarla, mi papá ya me había hablado del tema la sacó a caminar pero ella ya se iba de lado.

El sábado me desperté y vi a mi abuela recargada en la pared, me dijo que ya había llegado el momento, y yo me incorporé y pise el suelo con nervios, llegué a la pieza de en medio y la miré ahí acostada entre colchas y una almohada, la sujeté fuerte del cuello y le dije: ''Amiga no te vayas todavía tenemos muchas cosas que hacer juntas...amiga... '' Pero mi amiga estaba muerta, mi papá la enterró en su patio y le quitamos el collar yo lo guardé todo en una vieja mochila escolar, otra vez había vuelto a ser esa niña solitaria del principio.

En casa no sabíamos de perros, los adultos no me dijeron que a los perros hay que vacunarlos para que estén bien y no enfermen, o si se enferman que no les pegue tan duro, yo la dibujaba en las hojas de mis cuadernos pero en las de el final, donde el maestro inepto de cuarto grado, no la viera. Meses después la vieja mochila escolar estaba en el patio trasero, claro que tuve otros perros y los quise mucho, claro que durante los años que le siguieron aún veía sus cosas...Claro que la sigo recordando.

El 30 de marzo de éste año, Umbra estaba en el sillón que todavía no lucía roto, ya no usaba su nariz, estaba flaca, cansada...Cuando Ed se fue al cuarto, yo me arrodillé y le dije: ''Si quieres irte puedes hacerlo, el tiempo ya no está a nuestro favor, si decides irte, dile a reni que la extraño mucho y a ti también te voy a extrañar...'' En el transcurso de la noche oía como Ed le deía cosas y trataba de alimentarle, pero el sueño me venció y cuando desperté la vi encima de mí, ella me miró y me movió la cola ligeramente, más tarde Ed había de ir a la farmacia a comprale suero, pero Umbra ya no quería nada, me fui a tomar un café a la recámara y al poco tiempo Ed se asomó y me dijo: ''La perra se hizo popo echada, pero no es popo es sólo sangre'' Cuando volví a la sala ella estaba embarrada de sangre y tal vez sólo viva por inercia...Ya todos saben lo que sucedió después, la llevamos en una cobija blanca y las niñas no pudieron entrar a despedirse por que, los demás perros estaban enfermos, nunca nos dijeron que era parvo...''Se comería algo que le destrozó los intestinos''...Le lancé un beso y de vuelta Ed y yo, veníamos llorando.

Ferris ahora tiene nueve meses, es la edad en la que murió reni y la edad a la que Umbra nunca llegó, yo cada que lo veo, sus ojos de almedra me recuerdan a la primera pitbul que tuve y yo cada que le veo el pelo negro me acuerdo del pelo negro de Umbra, Valo y ''ex manchitas'' son mis niños peludos, pero Ferris es muy muy especial para mí.

Cuando una mascota se muere, el dolor que se siente es diferente a los otros dolores que hayamos tenido o vivido, perder una mascota es una punzada en la cabeza, una náusea, un calambre en un dedo, es buscar un pantalón y encontrarlo años después tirado en una esquina del clóset...Para mí, eso es perder un perro o un gato o cualquier mascota.

La maduréz de un hijo, a veces es dura...

Posted by Deviant | Posted in , , , | Posted on 12:39

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Yo toda mi vida he tenido perritos, no falta quien llegue y me regale uno porque saben que me gustan mucho, he tenido de todos tipos de perros en su mayoría de razas o cruzas de grandes a gigantes… Cuando mi novio llego a mi casa con Morgan mi reacción fue de alegría porque amo los perros, pero a la vez de preocupación pues nunca había tenido un perro tan chico, para mi un Pitbull era como un perro de bolsillo, no tengo nada en contra de los perros de raza chica pero prefiero los perros grandes, entre más grandes mejor.

Pasaron los meses y nuestro Pitbull empezó a crecer, fue muy marcado su crecimiento, casi como el de un adolescente, su cambio de cachorro que todo mordía e inquieto, paso a adolescente y se caracterizo por el enronquecimiento de su ladrido, dejo de jugar a morder todo lo que veía y se estiro tan de prisa que estaba muy flaco, era pura cabeza, después paso a perro adulto embarnecido, su ladrido fuerte y ronco lo reservo para ocasiones realmente necesarias y desarrollo un instinto sobre protector impresionante. En todo este tiempo yo solo en una ocasión he oído su ladrido de agresividad, todo el demás tiempo usa un ladrido de perro mimado que no puede con el………….

El 12 de diciembre de 2008, cumpleaños de mi cuñada Lucero, acudimos a la casa de mis suegros para la fiesta de cumpleaños, como llego mucha gente le pidieron a Humberto que amarrara a Morgan, mi pobre hijo duro toda la tarde y noche amarrado a un árbol, cuando la gente se empezó a retirar a sus casas y los demás se fueron a dormir, me acerque a mi perro, lo solté y nos pusimos a jugar, cuando en eso el Deymond un Alaskan Malamute cruzado mascota de mis suegros, salio de su casa y de la nada ataco a mi Morgan el solo lo empujo con las patas y le gruño, pero se volteo hacia mi para seguir jugando, pero el Deymond lo volvió a atacar, cuando yo vi que el Deymond no se relajada, me asuste y me puse en medio de los dos, pues estaba segura que Morgan jamás me atacaría, en eso el Deymond me mordió la mano derecha --me queda la marca de que mi Morgan no necesita que su mamá lo defienda-- inmediatamente después me di cuenta de la fuerza que tiene mi pequeño perrito de bolsillo Morgan, pues brinco sobre el Daymond en defensa de su madre, tengo la imagen muy clara en mi mente como si hubiera sido ayer.

Morgan mantuvo la calma hasta que yo fui atacada, fue por mi culpa que mi hermoso perro se vio en la necesidad de involucrarse en una pelea que no quería, mi estupida imprudencia, el que yo quisiera calmar al Deymond cuando él se encontraba tan estresado, si yo hubiera actuado de otra forma, si yo hubiera actuado de otra forma, son palabras que me retumban en la cabeza desde entonces..…. cada vez que veo al Deymond y veo las cicatrices que le quedaron de ese día, me arrodillo, lo sobo y le pido que me disculpe él no fue acostumbrado a jugar, nunca jugaron con él y creia que Morgan me estaba atacando y después de un día de tanto estrés para Deymond llego yo y en mi total ignorancia soy la gota que derramo el vaso…………cuando mi novio oyó los ladridos de los perros, salio de la casa y los sujeto de sus collares uno con una mano y el otro con la otra mano, el primero en entender que ya se había acabado fue Morgan, inmediatamente después volvió a ser el perro relajado y despreocupado de siempre, como si no hubiera pasado nada. Esa fue la primera y única ocasión en que yo he escuchado el verdadero ladrido de mi hijo y la única ocasión en que he visto su fuerza y agilidad y una vez más salio a relucir su nobleza, se que mientras yo no vuelva a estar en peligro él jamás volverá actuar así y también se que soy una imprudente, ignorante culpable de lo qué paso.